sábado, 27 de junio de 2015

HAS VIVIDO UN AÑO ABROAD CUANDO

Cuando vivimos una experiencia en el extranjero, no nos damos de la cantidad de cosas que vivimos y que después en nuestras respectivas ciudades dejamos de hacer. Aunque son cosas pequeñas, son cosas que se diferencian mucho. Así que después de vivir mi experiencia de ocho meses en Dublín, me he decidido hacer esta entrada rememorando esas 20 cosas que antes hacía y ahora ya no son tan comunes.  


1) Comer pasta durante ocho de los siete días de la semana.

Porque sí, es el plato estrella. Cuando no quieres cocinar es lo más rápido de hacer y lo más delicioso. Si vienen amigos a casa, es con lo que nadie pone pegas. Ahora, cuando vuelves a tu ciudad te olvidas de la pasta por meses porque ya has llegado a tu tope.



2) Fuiste a aprender un nuevo idioma pero en tu facebook solo hay fotos de fiesta.

Es la razón principal y por la cual has ido a ese país en cuestión. Obviamente, de la mejor forma que se aprende es haciendo amigos para practicar el idioma de una forma coloquial. A parte, que no subirás a Facebook fotos haciendo clase.




3) Vivir en continuo movimiento, donde descansar esta sobrevalorado.

Tienes planes las 24h del día. Cuando quieres tumbarte para descansar siempre suena una alarma del móvil diciéndote del plan que hay en una hora. Y aunque tu bolsillo no te lo permita, te gastas los últimos ahorros porque no quieres perderte ningún momento de esta experiencia.


4) Aprender muchos idiomas: los que ya sabes más las palabrotas de los respectivos idiomas de tus amigos.

No nos vamos a engañar... todos hemos enseñado a decir palabrotas a nuestros amigos italianos, franceses, alemanes... al igual que nosotros hemos aprendido esas palabras de los suyos y cuando imitamos o queremos pretender hablar ese idioma, decimos solo esas palabras. Lo que provoca risas.


5) Que tus amigos sean tu familia.

El hecho de vivir solo te hace crear unos vínculos con tus amigos mucho más fuertes. Son personas que los ves cada día y con los que haces planes cada día, por lo tanto llega un momento que son tu familia y que sin ellos, no harías nada.



6) Tener un piso como lugar de reunión antes de hacer un plan.

Siempre esta ese amigo o incluso tu mismo, que sin tomarlo ni beberlo, su/tu piso ha sido el escogido para empezar las fiestas o hacer una cena para después salir. La parte mala es que siempre le/te toca limpiar cuando todos van borrachos. (Aunque siempre dejas cosas para el día siguente porque tu tampoco vas tan fino como para dejarlo todo como una patena.)



7) Que al principio bebas poco y al final no te creas que llevas tres días sin beber.

Los primeros días alucinas como la gente pueda beber tanto y tan seguido. Empiezas muy flojito y poco a poco, no te das cuenta estas bebiendo más que ellos y sientes cuando tu cuerpo lleva días sin probar el alcohol.



8) La resistencia ganada con el alcohol.

Cuando vas de visita a tu ciudad por un fin de semana, vacaciones de navidad o por simplemente visitar. Quedas con los amigos de toda la vida, con los cuales te bebias una botella de alcohol y ya ibas borracho y ahora necesitas dos botellas y chupitos de Jagger.



9) Como cambian las cosas de semana a semana.

El tiempo pasa volando y las situaciones dan vueltas de tortilla. Lo que viviste hace una semana es totalmente diferente a lo que estas viviendo ahora mismo y lo será aún más en una semana. Son cosas que nunca dejan de sorprenderte mientras las vives.



10) No te arreglas ni la mitad para salir de fiesta de lo que lo haces en tu ciudad.

Eso de arreglarte para salir no sabes lo que significa. Coges lo primero que conjunte y te vas hacia el pub, ya que te dejan entrar sin ponerte ningún problema. Ahora, siempre verás chicas con minivestidos que te harán parecer una monja.



11) Gastas dinero en alcohol, ropa y comida.

Es de lo que más consumes, y si ya fumas, solo falta añadir cigarros a esta lista de vicios.



12) Sales a tomar algo por la tarde y terminas en una gran borrachera.

Terminas las clases y no quieres encerrarte en casa, así que la cultura de los pubs te atrae y vas a tomar una pint, que nunca termina siendo una y al final llegas a casa con una buena borrachera.


13) Tienes un grupo de amigos internacional pero ninguno es del país de origen donde resides.

La diversidad es lo que más nos gusta y por eso nuestro grupo de amigos tiene representación de casi todos los continentes. Eso sí, ¿Será eso lo que ahuyenta que un nativo del país se acerque a nuestro grupo de amigos?


14) Haces planes al momento. Destierras la palabra rutina de tu vocabulario.

Porque planificarte no sirve de nada. Todo pasa en un momento y no te planteas el que harás mañana. Cada día es diferente y aprendes a vivir con ello y aunque te quejes de no tener una rutina, en el fondo te encanta vivir así.


15) Aprendes a despedirte.

Es lo más duro de toda la experiencia. Las primeras veces duelen, después aprendes a despedirte y de algún modo lo aceptas. Todos estamos ahí por un tiempo definido y siempre nos quedarán las palabras "Te veo pronto" como una promesa de futuro que quizás nunca se cumplirá, pero que tu te la coges como totalmente cierta.



16) Vives con doble de todo. 

Aprendes a vivir con doble SIM y con dos móviles, con dos carnes de descuento de estudiantes, con diferentes tickets de transporte público (porque no entiendes el porque te has llevado el bono bus de tu ciudad), con dos carnes del gimnasio y quizás con doble moneda que no sabes cómo ni por qué siempre acaban mezcladas en tu monedero.




17) Cuando tienes tanta pereza de cocinarte que solo comes si tienes hambre. 

En ese momento hay dos opciones: Preguntarle a tu compañero de piso si ha cocinado algo o directamente terminas en un restaurante de fast food o pidiendo una pizza a domicilio.



18) Echas de menos a tu gente pero en el fondo no quieres que se termine la experiencia que estas viviendo.

Es imposible no pensar en tu familia y amigos de tu ciudad, pero vives tan al limite y haces tantas cosas que no tienes mucho tiempo de pensar en ellos y echarlos de menos, y te das cuenta que no quieres que esa experiencia se termine nunca porque es de lo mejor.



19) Aprendes que la palabra normal esta sobrevalorada. 

El shock cultural te enseña que «normal» significa social o culturalmente aceptado. Así que, cuando te sumerges en otra cultura y en otra sociedad, tu concepto de normalidad se rompe. Y empiezas a ver cosas que tenias estereotipadas muy diferentes y de algún modo CAMBIAS.



20) Cuando llegas a tu país y te parece que todo lo vivido parece un sueño.

Y llega el momento fatidico. Cuando llegas a tu ciudad, estas feliz por ver a toda tu gente de nuevo, pero estas otra vez aquí. Y pasan los días y sigues en la misma ciudad y de algun modo, ves esos días que pasaste en otra ciudad como un sueño, como si no hubieran existido o como si hubieran pasado muchos meses. Y siempre, siempre, vas a echar de menos esos tiempos y vas a querer volver porque el recuerdo que te dejo esa experiencia, fue algo maravilloso y algo imposible de olvidar.





Espero que os haya gustado y si habéis estado viviendo un año abroad o un erasmus, seguro que en muchas de ellas os habéis sentido identificados. Si tenéis alguna más, no dudéis en dejarlo en los comentarios del blog como en nuestras redes sociales. 




¡Muchas gracias!
- EQUIPO BLÚRINA -

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