jueves, 4 de junio de 2015

EUROVISION SONG CONTEST

Admitámoslo. Todos vemos Eurovision. Un poco. Un poco, sí. Todos lo vemos. Ya sea por descubrir nuevas canciones y ver un gran espectáculo, por el descaro a la hora de repartir puntuaciones, por reírnos, por darle más vida a nuestro Twitter que en todo un año o por todo a la vez.

Nosotras lo amamos. Totalmente. Es amor (lo que yo siento se llama obsesión).

Opinad vosotros mismos:







Lo amamos por todos los motivos anteriores y yo, personalmente y permitidme que me ponga blandita, me gusta ver a toda Europa unida en algo bonito por una vez al año (aunque solo sea cara a la galería). Yo me creo la pantomima y  me hago feliz.


Pero, ¿qué es realmente Eurovision para nosotras?


Es plantarse delante de la tele,
Con la cena sobre las piernas,
Con un mohito preparado por algún súbdito momentáneo.
(véase amigo que dice pasar de "esa frickada", véase mamafestiva, véase uno mismo si nos fallan los anteriores)

Y sacar banderitas.
Y gritar.
Y enfadarse.
Y comparar escotes.
Y hacer un ranking de mazizosnórdicoseurovisivos.
Y mi madre diciendo: "esta canción no es eurovisiva"
(Mamá, lo admitas o no, eres una eurofan)
 Es Twitter bloqueado.

Pero sobretodo es una pequeña escusa que nos une.
Y nos hace gritar: God bless the United States of America.
Ah, no. Esto no viene ahora ;)

Tal vez sea eso lo que realmente nos gusta.

O tal vez sean los suecos.







Muchas gracias

- EQUIPO BLÚRINA -



No hay comentarios:

Publicar un comentario